El barrio judío de Berlín es una atracción turística popular con muchos visitantes y residentes. La población del Barrio Judío es de alrededor de 2000 personas, que es un poco más del uno por ciento de la población total de Berlín.
La historia de la zona se remonta a la década de 1700, cuando estaba repleta de almacenes y pequeños talleres. Solo en 1923 se convirtió en el hogar de la sinagoga más grande de Berlín, construida por Otto Rothschild.
Hay muchas cosas que hacen del Barrio Judío un lugar increíble para que los viajeros lo visiten, incluida su rica cultura, arquitectura e historia. Si estás interesado/a en visitar esta área en particular durante tus viajes a Berlín, ¡asegúrate de no perderte todas estas oportunidades y contrata un Free Tour como los que te ofrecemos en GuruWalk!
Además de la ya citada Sinagoga, la Iglesia de Santa Sofía es otro de los edificios religiosos importantes del barrio.
La Iglesia de Santa Sofía en el Barrio Judío de Berlín se encuentra en Oranienburger Strasse. Fue construida en 1722 y luego el edificio se convirtió en una sinagoga de 1866 a 1886. Después de que fue bombardeada y destruida durante la Segunda Guerra Mundial, la iglesia fue reconstruida en 1995.
La iglesia está abierta para los visitantes todos los días, excepto los viernes, cuando está cerrada a los fieles. Los visitantes pueden ingresar y ver cómo se ven los servicios en el interior con vidrieras, pisos de mármol y hermosos techos.
Sin dejar de lado la temática religiosa el antiguo cementerio judío es otra de las visitas imprescindibles.
El antiguo cementerio judío de la Judería de Berlín ha sido un punto de interés para los turistas durante un tiempo. Esto se debe a que es uno de los pocos cementerios que se han conservado.
El cementerio fue establecido en 1672 y es uno de los cementerios judíos más antiguos de Europa. Alberga tumbas de personas que vivieron en Berlín durante diferentes períodos, desde 1676 hasta 1887.
El cementerio fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial por soldados nazis y utilizado como aeródromo, pero fue restaurado con ayuda financiera del gobierno alemán y de las embajadas y organizaciones israelíes.
Pero no todo va a ser de temática religiosa. El Palacio de las lagrimas es digno de mención.
Este palacio fue construido en 1936 por los nazis. Su construcción fue supervisada por Albert Speer, el ministro nazi de Armamento y Producción de Guerra. Los nazis lo imaginaron como una residencia de lujo para que Adolf Hitler la usara después de conquistar el mundo y ganar la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, terminó siendo utilizado como cuartel general militar de alto secreto durante la guerra, y luego como cuartel general militar soviético.
El palacio es ahora parte del sistema de museos públicos de Berlín. Ha sido restaurado a su estado original, con muebles de época y obras de arte en exhibición de la era del Tercer Reich de Alemania (1933-1945). Los visitantes pueden caminar por las habitaciones que Hitler planeó para su propio uso: su oficina con su gran mesa redonda, su biblioteca y sala de estar privadas, su dormitorio con su chimenea de mármol.