El casco histórico de Pontevedra, conocido como "O Burgo", es un tesoro arquitectónico que cautiva a sus visitantes con su encanto medieval. Ubicado a orillas del río Lérez, este conjunto urbano ha logrado preservar su trazado original a lo largo de los siglos. Sus estrechas y empedradas calles invitan a perderse en un laberinto de historia y cultura. Entre sus joyas arquitectónicas se destaca la imponente Basílica de Santa María, una obra maestra gótica del siglo XVI que cautiva con su impresionante fachada y su interior ricamente decorado.
La Plaza de la Leña, en el corazón del casco antiguo, es testigo de la vida diaria de sus habitantes y alberga un animado mercado tradicional donde se pueden encontrar productos locales y artesanías. Otro punto emblemático es la Plaza de la Verdura, donde se despliega un colorido mercado de frutas y verduras frescas.
A medida que se recorre este laberinto de calles históricas, se descubren numerosos edificios de valor patrimonial, como antiguas casas señoriales, iglesias y conventos. El ambiente tranquilo y acogedor invita a pasear sin prisa y admirar los detalles arquitectónicos que evocan épocas pasadas. El casco histórico de Pontevedra ha sido objeto de un importante proceso de revitalización y peatonalización, lo que lo convierte en un lugar ideal para disfrutar de la vida al aire libre.